Fin de una etapa: la lactancia

Con esta entrada quiero dejar escrito como ha sido nuestro final de lactancia, un momento que me daba pánico afrontar y para el cual hasta me compré hace meses el libro "destetar sin lágrimas", que al final resultó que no lo necesité.. Quizá mi experiencia pueda ayudar a otras, bien a dejarlo sin lloros o bien a no sentirse mal por dejarlo si no se sienten a gusto en algún momento, como fué nuestro caso.
A mí se me puso la mosca detrás de la oreja a finales de octubre, cuando la peque me decía que quería más leche antes de dormir, aparentemente no le salía lo que quería, unos días después confirmé el test de embarazo positivo. Así que ella se lo olió antes que nadie!
Como sabéis, las náuseas y vómitos me acompañaron (y me acompañan aún) desde el principio. Así que sobre la semana 7 u 8 de embarazo decidí que tenía que dejarlo porque mi cuerpo no daba para más. La pregunta era como, pues no conocía otra forma de dormirla que no fuera sentadas en una butaca agarrada al pezón (bueno, si, paseándole por la habitación en brazos, pero esta opción quedó descartada hace meses porque nuestras espaldas ya no podían más).
Empecé por decirle que no quedaba ya mucha leche, que cada dia podría tomar un poquito mientras yo contaba hasta cierto número y después tenía que soltarse y dormir acurrucada a mi, cantándole o acariciándole (ya sabe contar hasta 10, asi que aprovechando que le gusta lo de contar, así lo hice), conté el primer dia hasta 10 poco a poco y después ella misma se soltó. Y así en las noches y siestas succesivas, cada vez un número menos. Lo mismo hice si de noche no dormía seguido y venía  nuestra cama. Las primeras noches protestó un poco si se despertaba de madrugada, pero ningún drama, al final se dormía cada vez acurrucada a mí o a su padre.
Así hasta que llegaron las Navidades (las pasamos en España) y desde entonces no ha preguntado más por el pecho. Para Reyes recibió una cama grande de 90 cm, donde me puedo tumbar a su lado, y así se duerme cada noche mientras le cuento alguna historia. Suele dormir toda la noche en su cama o bien se despierta sobre las cuatro-cinco y sigue durmiendo conmigo. Eso sí, desde que no hay teta, se ha vuelto mucho más dulce y mimos conmigo, quiere abrazarme mientras me dice que "le gusta mucho mamá" o que "mamá es muy bonita" :-).
En resumen, creo que sin buscarlo, encontramos el momento perfecto para dejarlo, justo cuando ella empiezó a entender las cosas y empezó la edad en que entienden razonamientos sencillos. Creo que entre los 12 y los 24 meses nos habría supuesto un drama.
Una vez más, mi pequeña me ha sorprendido. Gracias preciosa.